Chau

Se resquebrajó en despedidas,

con el ruido subcutáneo del motor...

Con las cosas que hacen los hombres.

Hacen aviones que se van

ululando

con sonidos de abejorros.

Y se despidió con el viento en contra

con la desesperación

y el correteo de los niños.

Con la hélice transparente de dar vueltas

-ciclícas-

con la cabeza dando vueltas

en aleteos de ruedas pequeñas...

Hasta que la partida se despidió,

alejándose del subcutáneo ruido del motor,

y transformándose el avión

en un insecto

de tres patas largas

volando

-viento en contra-

con un zumbido monótono

que se suspende en el aire

desapareciendo en oleadas...

Publicado en Molino de Tierra, Fondo Editorial Rionegrino, EUDEBA, 1987.