Extracto

Revista Propiedad Horizontal (1985-1997)
Poemas del libro MOLINO DE TIERRA (1987)
Periódico Democracia en Movimiento- Córdoba (1993-1996) y Cuadernillo de Cultura- General Roca (1980)

Textos y audio del Grupo Palabras (1988, 1989)
Textos del libro NO SE, AMOS (1991)
Revista desde el Andén (2006-2009)

Parte de las fotos incluídas fueron tomadas por mi cámara.


Para ver textos actuales, en Silvia A. Sánchez, una escritora

20140715

Si pudiera caminar bordeando mi sombra

el sendero sería una línea finita
               de luz y oscuridad
               de verano agobiante e invierno helado;
un piolín tensado
para hacer equilibrio eterno
en el precipicio de las mesetas.
Recorrería el perímetro
vadeando las depresiones blancas
         de calcáreos,
tropezando con los pedregales duros,
humectándome en el río brillante.
Si pudiera sólo andar
en el borde de mi sombra
me sabría con la imagen
en la voz de los cartógrafos;
pero ya no sería más esta tierra bella,
sería
       un
           mortal.

Publicado en Antología poética Roquense.  Municipio de  Roca. Dirección de Cultura. Fondo Editorial Municipal, octubre 2007

No puedo dejar que los ocres me asombren.

Soy piel de ocres.
Mis mesetas dibujadas
se delinean con la intemperie del amanecer
que enhebra la coherencia de mi imagen
de greda y sales.
Soy esto que soy.
Tengo fósiles apaciguados brotando de las arenas
cardúmenes heroicos peleando con la historia conocida;
sé que estos peces de colores
han descendido suaves por mis aguas internas
porque yo era hueco de un río
y cama de un mar.

Mi cielo siempre azul
ha mirado
mientras las gotas y las sequedades
corrían mis cimas.

Ensayo otro viento
cantos frescos rodando en los pasteles,
otro parto que trae verdín sobre los ocres.

Soy valle,
pero no puedo dejar que los destellos
impidan el orden de mi reminiscencia.

Primero soy Patagonia.


Publicado en Antología poética Roquense.  Municipio de  Roca. Dirección de Cultura. Fondo Editorial Municipal, octubre 2007

20140711

Finitud

Publicado en Antología poética Roquense.  Municipio de  Roca. Dirección de Cultura. Fondo Editorial Municipal, octubre 2007

Gloria

 Proyecto de los años 90, distribuía poesía entre la gente conocida.  Recuerdo puntualmente este poema porque supo estar debajo de varios vidrios en los escritorios de mis compañeros de trabajo en el Poder Judicial.

Te descubrí


Proyecto de los 90. En aquella época , con Lautaro Bustos hacíamos separadores con poesía que canjéabamos por libros en las librerías de la ciudad.

REVISTA CONEXIONES



Desde el ojo de buey

Publicado en Revista Conexiones, julio 2008.

Monstruo que tengo

Publicado en la Revista Conexiones, julio 2008.
Publicado en la revista Conexiones, julio 2008

Publicado en la revista Conexiones, julio 2008
Publicado  en la revista Conexiones, julio 2008

Quema

Publicado en la Revista Conexiones, julio 2008.

Viento


Publicado en la revista Conexiones, julio 2008

Conozco



Publicado en la revista Conexiones, julio 2008

Temeridades



Publicado en revista Conexiones, julio 2008.

20140526

Y cuando tanta paz aburre
los hombres buscan los agujeros interiores
para desmayarse
en los conflictos.
Cuando tanta quietud emborracha
los hombres buscan discursos
y las muertes se intitulan
duplicando contenidos.
Hemos de buscar un cauce
para crecer en esta paz
furibunda,
que ha de terminarse
por culpa del aburrimiento.

20140519

BIHUE

Escabullido en la bisagra de la ventana un retazo de alma me invita a pasear. Si me nublo y me convierto en noche, el estado me hará su compa­ñero.


            Sentada en el taburete chiquito Bihué secuenció en tres  carillas los pensamientos. A la primera vuelta de página com­probó que los ojalillos  estaban rotos y los ojos  se le empastaron de cansancio. Dio vuelta el taburete y empezó de nuevo (lo  de la media vuelta era por cábala). Siguió enquistada leyendo en las ventanillas de los trenes, y a la segunda página descubrió  los breteles desatados. Ciertamente, le pareció curioso. Viajar  en tren, y a esta hora, y que los ojalillos estuviesen rotos a  pesar de que eran nuevos, y las tiras  se desataran.
            Asustada me miraba, no sé si a mí o a su reflejo en la  ventanilla de atrás. Los vidrios empezaron a empañarse e hicimos  recambio de aire para mantenernos despiertos, para eso abrimos  la ventanilla de modo que lo del reflejo vidrioso se acabó y en  cambio se hizo fuerte el cuadro negro del agujero.
            Bajaron todos los pasajeros y quedamos diseñando verdes  mientras Bihué seguía dando vuelta la página y el taburete.
            La máquina empezó a comprimirse al entrar en el desarmadero.  Corpulenta, pudo contener los ruidos del achaque y creo que el  único lamento fue el rostro del taburete cuando hizo seña de  quebrarse.
            Bihué y yo nos miramos sonrientes, y nos escondimos  juntos en el transparente donde están guardadas las redes fe­rroviarias.
                             
            Estuvimos calladitos hasta que los cristales se rompieron,  ahí Bihué subió un suspiro. La pobre colocó las uñas en los  breteles para que no se le siguieran cayendo y miró desorbitada  los ojalillos rotos que le   empezaron a bordear  el vestido y le hicieron cosquillas hasta instalarse en sus pe­chos erguidos. Cómo se asustó, bajó los ojos  y los anteojos se  le cayeron en el cáliz de los pezones y se quedaron ahí, quietos. ¡La flauta! qué calor me dio, escondidos los dos y tan jun­tos oliendo nuestros poros.
            Bihué no sabía de mí, pensó que era casual mi  estada. Cuando la máquina entró completa al trituradero seguía­mos apelmazados  el uno con el otro.
            La sensación no fue muy terrible, en realidad pudimos ha­berla evitado, pero marcados como estábamos era mejor así.
            La gente nos vio salir juntos de la mano y  del desarmadero, era bastante tarde y seguramente pensaron que veníamos de hacer el  amor.
            Caminamos bastante rato por las calles adoquinadas y fui­mos a un café a tomar algo caliente.
            Bihué habló por primera vez, y yo también. Nos contamos de  nuestras vidas, y de todo lo que se podía y no se debía. Cuando  el  mozo nos vino a cobrar para cerrar tuvimos que irnos.
            De estar escondidos en el transparente del vagón nos habíamos acostumbrado el uno al otro, así que no fue difícil  alquilar una casa y ser matrimonio. Rentamos tres hijos, un pe­rro y siete plantas. Cuando pasaron  quince años los vecinos ya  estaban convencidos de nuestra normalidad y nadie dijo nada.
            Al fin, los chicos se fueron y el perro se murió. Ahí pu­dimos hablar de nuevo y volvimos al vagón del desarmadero. Des­cubrimos la ventanilla abierta con el cuadro negro del  agujero. Nos miramos profundamente y pregunté a Bihué que quién  creía que era yo, ella se rió y me dijo chistosa “-Nadie. Y yo ¿quién soy?-“. “-Mi costilla-“ le contesté, mientras los dos, de  la mano, esta vez sí, nos tiramos por la ventanilla negra.
                           
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Texto publicado por el Grupo Palabras-1988

GRUPO PALABRAS- A vos te estoy hablando

1988- Un grupo del Centro de Escritores de General Roca tiene la inquietud de aprender a leer expresivamente textos literarios. Marcela Darriex se ofrece para enseñar lectura expresiva, así se reúnen Elsa Guarnaccia, Haydeé Massoni, Alberto Brandi, Alejandro Ponce , Rolando Lesta y Silvia Sánchez bajo la coordinación de Marcela. Luego de muchos meses de lectura, grabado de textos (en cinta de cassette), el grupo siente la inquietud de dar a conocer su trabajo por lo que decide grabar un cassette de poesía. Así es convocado César Fernández Moreno, poeta de la Capital Federal, quién cede sus textos del libro "Argentino hasta la muerte" para el proyecto. En el lado B se interpretan textos de escritores del Centro local.
El proyecto tomará el nombre 
"A vos te estoy hablando"

20140429

Clavo el clavo


y del clavo cuelgo el cuadro,
y en el cuadro escribo mi paisaje.

Rompo la pared clavando el clavo;
el revoque se levanta,
la pared se descascara
-la pintura se estropea...-.

Pero encima
está mi cuadro.




Del libro Molino de Tierra

¿Qué dónde estamos?





















Allí, colgados
y la gente nos mira
y nos golpea
y nos critica
gritando.

Estamos allí,
escritos,
leídos (como usted ha leído
con el ojo largo
a nuestras cicatrices).
Ajústele
el ojo
a nuestro “nosotros”
y ponga batería
en el punto suspensivo.
Maneje su “usted mismo”
y no mire dónde estamos.

En este lugar.


Del libro Molino de Tierra

20140421

Molino de tierra




Sensitivo,
molino de tierra
con árboles girando en las astas
y la gente no sé donde
se transforma en agua.




Del libro "Molino de Tierra"

20140402

Miré las estrellas

Miré las estrellas
y no supe más de ellas
que de mí.
La ráfaga instantánea
dividió la bóveda negra.
Sobre el óbice,
mis percepciones humanas;
todo lo otro:
       El Universo.



Publicado en Antología poética Roquense.  Municipio de  Roca. Dirección de Cultura. Fondo Editorial Municipal, octubre 2007

20140331

Me ví observado-

Copiados mis pasos
sentidas mis palabras.

Me alegré de la compañía
porque los fantasmas
                        coexisten
(pero no cuentan).















Publicado en Antología poética Roquense.  Municipio de  Roca. Dirección de Cultura. Fondo Editorial Municipal, octubre 2007